Esta estrategia se centra en bloques de órdenes formados antes de movimientos impulsivos. La oferta se define con la última vela verde antes de una caída, y la demanda con la última vela roja antes de un repunte. Una vez que el precio entra en una de estas zonas -sin cerrar dentro- se prepara para operar en la dirección de la EMA 200. El método está alineado con la tendencia, se basa en reglas y evita la negociación de retrocesos o recortes.

La ejecución se realiza mediante órdenes de stop colocadas justo después de la mecha de la vela que ha tocado la zona. Se buscan objetivos de 3R con un punto de equilibrio en 1R, utilizando la estructura, los gaps de valor razonable o los máximos/mínimos locales como referencias de salida. Este modelo es especialmente eficaz cuando se combina con la ruptura de la estructura y la confluencia de EMA, que añaden confianza a las configuraciones. Las estrictas reglas de la lista de comprobación garantizan que sólo se realicen operaciones con un rechazo claro y un contexto de tendencia válido.

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